viernes, 30 de marzo de 2012

Yo escribo para ti.

Cuando escribo para ti, escucho el dulce sonido de las flautas;
Cuando escribo para ti, siento el hermoso aroma de las plantas;
Cuando escribo para ti, mi corazón siente que faltas;

Eso pasa cuando escribo para ti.

Si no fuera para ti ¿a quién enviaría mis cartas?
Si no fueran para ti ¿de quién serian mis lagrimas? y,
¿que sería de estas letras, si no fueran para ti?

miércoles, 28 de marzo de 2012

Volviendo a recordar.

Y sentada frente al mar, reflejaba con destellos de luna su sonrisa infantil;  recordando todo aquello que la hace feliz y por lo que esta dispuesta a luchar.  De pronto, gotitas de mar brotaron de sus ojos recorriendo sus redondas y rosadas mejillas, gotitas de tiempo desgastado pero bien vivido, que cobran su factura dibujando caminitos en su piel.

Solo de una cosa se olvidó, y hoy la ha vuelto a recordar...

Olvidó sus sueños, esos que la llevaban por caminos clandestinos llenos de fantasía a los que solo ella era elegida para contemplar; esos que la hacían volar tan alto regalándole esa pizca de optimismo necesaria para enfrentar la realidad.  Esos, que hoy ha vuelto a recordar.

jueves, 22 de marzo de 2012

¿Qué es el PLU number?

Les comparto que hoy es el dia mundial del agua, asi que les dejaré un tip para cuidarla de una manera deliciosa! ¿Sabian que consumir frutas y vegetales nos ayuda a ahorrar agua?  Esto es porque para cosecharlos se necesitan muchisimos menos litros del vital liquido que para producir pocos gramos de carne.  

Y en vista de que las frutas y verduras son tan ricas, les dejo un post que hace poco compartí con mis amigos sobre como leer las etiquetitas que éstas suelen traer pegadas, esas redonditas donde viene la marca, pais de origen, y un numerito (PLU number), que es muy importante, pues nos descifra si la fruta o el vegetal, es orgánico, convencional o genéticamente modificado.

Resulta que las frutas y verduras convencionales tienen un codigo de 4 digitos (normalmente este codigo comienza con el numero 3 o 4), esto significa que son convencionales, se utilizaron pesticidas etc.



Si el codigo en la etiqueta es de 5 digitos, normalmente debera comenzar por los numero 8 o 9. Cuando el codigo de cinco digitos inicia con el numero 8 nos indica que esa fruta o verdura fue geneticamente modificada; por el contrario, si el código de 5 digitos comienza por el numero 9, nos indica que el producto es orgánico.



Conclusion: conviene revisar esas etiquetitas y, definitivamente si comienza por el numero 8 es mejor ni tocarlos, si comienza por el numero 3 o 4, pues que le vamos a hacer, es lo que hay en el mercado, y si comienza por el numero 9 definitivamente lo podemos comer :D

Debo decir que este sistema funciona en Estados Unidos, pero en México podemos encontrar algunas frutas con etiquetitas ya que son para exportacion, supongo que si no tienen etiqueta y es producto mexicano cosechado por pequeños productores agricolas, será convencional.

domingo, 18 de marzo de 2012

Momentos de no hacer nada


¿Que sería la vida sin esos momentos en que no haces nada productivo, pero a la vez haces todo lo que te apetece?

Hoy es domingo, he hecho mis quehaceres y me he podido sentar tranquilamente a leer, termino y observo detenidamente a mi acompañante, una taza de café un poco vieja y con algunas despostilladuras, pero que me da una tranquilidad infinita, no solo por el delicioso aroma que desprende y el dulce sabor que me ofrece,  sino que es algo más, algo que me llena de recuerdos de ese lugar que aun sigo buscando y al que solo viajo en mis sueños… ese lugar donde la vida misma se detiene para contemplarlo, y donde un segundo se convierte en una eternidad llena de sonrisas y aromas de felicidad, ese lugar donde todos son… momentos de no hacer nada.



sábado, 17 de marzo de 2012

De danzas y dulces en el crucero.


Andando en coche por la ciudad, la luz ámbar me indicaba que debía reducir mi velocidad, pues muy próxima llegaría su compañera luz roja.  Como suelo ser una conductora responsable, tome las precauciones correspondientes y decidí parar mi auto hasta que la luz verde me diera el pase.

Normalmente me invaden muchas sensaciones cuando me toca parar en un crucero, y debo decir que no me gusta nada tener que hacerlo;  pues por lo general me invade un sentimiento que aun no sé cómo explicar.
Es tan normal aquí encontrar a personas que venden cosas, que te limpian el vidrio, hasta malabaristas y magos, pero mi mente me dice que eso no debería ser normal, pues eso me indica que no han podido encontrar un buen trabajo que les de sustento, y es ahí cuando preguntas empiezan a dar vueltas por mi cabeza; ¿qué sería de esa persona para llegar hasta ahí?, ¿qué sentirá en los meses de verano, cuando el sol quema como si nos odiara? ¿tendrá hijos? ¿estará enferma? ¿logrará sacar suficiente dinero para comer?, en fin montones de preguntas que quedan sin respuesta y me provocan esa sensación inexplicable.

Pero cuál fue mi sorpresa esta vez, que en lugar de que me llegara todo lo que describí anteriormente, me llego un sentimiento de nostalgia y alegría que me recordó de donde vengo y momentos muy felices de mi niñez.  De repente, entre el malabarista que lanzaba su trompo, y el señor que vende aromatizantes para auto, surgió una cabecita de venado, y me pregunté, ¿acaso será?, y si, ¡si era! Un señor bailando la tradicional “danza del venado”, danza originaria del estado mexicano de Sonora, de la cual mi padre nos hablaba con orgullo en aquellos tiempos cuando mis hermanos y yo éramos pequeños, y que incluso llegamos a ver en algún evento, por allá en la hermosa ciudad de Hermosillo.  Ahora, es mi turno compartir lo que sé de ella con ustedes.

Se trata de una danza que representa el ciclo de vida del venado, y que se atribuye a los indios yaquis, quienes consideran como sagrado a este animal pues para ellos es un cúmulo de cualidades que tienen armonía en su conjunto, la realidad, la verdad y la belleza; ser danzante venado es el ideal del indio yaqui.

Tradicionalmente, este baile debe ser efectuado por un yaqui al cual sus padres hayan destinado desde pequeño para tal fin; y para ejecutarlo, debe llevar una indumentaria especial que consiste en un pantalón o calzón con capullos secos de mariposa a la altura de las pantorrillas, pues producen un sonido muy particular; en las manos debe portar dos sonajas de dulce, y cubrirse la cabeza y los ojos con un pañuelo blanco sobre el cual se coloca una cabeza disecada de venado.  El danzante, baila prácticamente a ciegas, pues debe abrir todos sus sentidos para representar dignamente al animal, imitando las reacciones que éste manifiesta cuando está en contacto con su entorno y con los otros animales que lo rodean, quienes son representados por las figuras de los "pascola", que por lo general representan a coyotes y cazadores que intentan hacerle bromas o daño al venado, mientras éste trata de defenderse con agilidad y elegancia.

Así inicia una lucha entre cazador y venado, donde el animal, fulminado por una flecha comienza otra lucha con la muerte, "aunque le faltan las fuerzas y se desvanece, se levanta trémulo, en ese momento se escucha el tambor que representa los latidos del corazón del venado, éste, se levanta tembloroso y se niega a morir, siente fuertes sacudidas en su cuerpo, y es donde empiezan los espasmos y calambres y a pesar de su intento por levantarse, todo resulta ser fallido hasta quedar totalmente inerte".



Y así culmina este post, con un color de alegría, que áquel día el viento posó sobre mi ser.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Comenzamos...

Este es el primer post que comparto, debo decir que soy primeriza en esto de los blogs y la escritura no se me da muy bien, pero ante tantos deseos de compartir los matices de la vida con ustedes, me anime a crear este pequeño espacio donde hablaré simplemente de la vida misma.

Trataré de compartir lo maravilloso y no tan maravilloso que vaya aprendiendo en este camino, desde datos curiosos y culturales, hasta algunas recetillas de cocina, entre otras cosas.

Sean todos bienvenidos a este mundo de ideas que revolotean en mi cabeza y quieren ser compartidas con ustedes.